El tiempo nunca influye en el sentimiento

martes, 22 de marzo de 2011

Consejos a otra parte

Digamos que los títulos de las entradas en mi blog no son muy profundos y pensados, de modo que con solo leerlos se puede deducir el tema que se tratará. En este, mi inutilidad a la hora de aconsejar.
Dentro de las distintas categorías que puede diferenciar mi cerebro, entro en la clasificación de “Amigas incompetentes, ineficaces e inservibles” (como ya saben muchos, y los que no lo sabrán a partir de ahora, soy una persona propensa al bajo autoestima). Sí, estoy exagerando; pero es cierto en gran medida.
Soy de las personas que nunca saben qué decir, cómo actuar, sumamente indecisas e inseguras. Si no está la familia y amigos cercanos para ayudarme, no sé cómo salir del pozo en que caí. Tiendo a hacerme problema por cosas idiotas e innecesarias, y por ver y hacer cosas con un solo ojo, al abrir el otro, me encuentro con los desastres que hice :/  
Con todo esto, ¿Cómo voy a dar buenos consejos?
La respuesta a esta pregunta, que al leer los dos párrafos anteriores se sabe cuál será, es: imposible, improbable e irreal (genial, más palabras con letra i).
Por eso, amigos míos e incluso aquellos que no lo son, quiero pedirles disculpas. Perdón por todas esas veces que me contaron sobre sus problemas y yo, la que no sabe qué decir, no pudo ayudarlos. Perdón por no poder devolverles aquello que tantas veces hicieron por mí, todos sus consejos en forma de palabras que son medicina para el corazón herido (¿?) y gracias por habérmelos prestado. Prometo que haré lo posible por transmitírselos a otra persona que los necesite como yo en su momento (obviamente sin olvidar el copyright).

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