A la segunda madre

No se qué significará para ustedes el ir a "la casa de la abuela". Para mí, son muchas cosas. Hoy a la tarde fui e hice lo mismo de siempre. Y por las veces que hable con algunas amigas del tema, los misterios, curiosidades o como quieran llamarlos, se repiten en muchos casos. 

Algunos de ellos, que giran en torno a la casa de mi abuela, son estos:

- ¿Cómo es posible que las abuelas tengan ese olor tan característico? Osea, sin que me lo digan, si me dan una prenda de ella, con solo sentir su olor me doy cuenta que le pertenece. Ya se que esto pasa con muchas personas, pero a mi solo con ella.

- ¿Cómo es posible que al volver de su casa, siento que aumenté 50 kilos? Ah, sí, se debe a que siempre cocina lo que más me gusta y yo lo como a montones: fideos con pesto o arroz en cualquiera de sus formas.

- ¿Cómo es posible, que no importa el día en que caiga, ella SIEMPRE saca un caramelo o dulce de su cajonera? 

- ¿Porqué al recostarme en su cama, mis ojos de niegan a permanecer abiertos y me quedo dormida con la facilidad de un bebé? ¿Acaso su colchón tiene un sistema de somnífero instantáneo?

- Siempre me hice la misma pregunta: ¿mi abuela es la única maníaca por las plantas? Tendría que consultarlo

- También me pregunto porque no acepta usar el bastón que le dio mi mamá.

- Juro que JAMÁS vi la letra de mi abuela. Le voy a pedir que me escriba algo..

A propósito, a muchos les molesta cuando un familiar pregunta por relaciones, colegio, etc. Pero yo le cuento absolutamente todo a mi abue. La adoro, es una capa y es una personificación de la bondad. Siempre tan generosa, felíz y loca como ella sola sabe ser. Si llego a ser abuela, espero que mis nietos me quieran aunque sea 1/4 como yo la amo a ella. Grande abue!