Y la agenda está más al dope que vocina de avión

Me la paso toda la semana pensando en esos dos benditos y gloriosos días que llegan después de otros cinco que parecen ser mucho más largos que los primeros, lo cual es una *##@**. Estuve desde la mañana hasta recién sin saber que hoy era Viernes, el día que indica el inicio del fin de semana tan esperado por todos; pero no, para mi sigue la misma condenada semana porque en vez de poder disfrutar de las 48 hs tan endemoniadamente breves de libertad, tengo que seguir estudiando, y como siempre todo este cuadro tan familiar y rutinario se debe a mi mala organización. No, pensándolo mejor ni siquiera es mala, no la hay, de modo que es mucho peor. Si hubiera hecho los trabajos prácticos aunque no necesariamente al día siguiente de que lo hayan dictado, si no los hubiera dejado estar como permití, provablemente ahora no haría más que estudiar SAC, que si bien es peor que pisar mierda descalzo, por lo menos no estaría pendiente de juntarme con mi grupo a hacer el trabajo de DSI, el cuál al igual que otros seguramente es otra *##@**.

Parece ser que me encanta dejar todo para lo último; puede que me guste la adrenalina de saber que me puedo comer un uno al día siguiente o simplemente abuso de la suerte que te proporciona el universo en los momentos más jodidos de pilotear.

Esta falta de aprendizaje sobre el error, que vengo arrastrando desde quinto o sexto grado aproximadamente, solo conocerá final en la universidad (cuando encuentre la carrera aún no definida que quiero seguir) o quizás el año que viene, porque sin aprobar quinto año como corresponde mis planes de formarme profesionalmente se verían un toque estropeados. De modo que es muy probable, este sea el último año en que pueda utilizar la metodología de “prestar atención en clase > copiar para luego perder las hojas obviamente > pedírselas a jeny el día anterior al examen > leerlas a la noche luego de leer algo que verdaderamente me gusta > y de alguna forma, por obra de Dios, aprobar"

Lo que resulta totalmente extraño y gracioso, es que la gente suele creer que soy responsable, aplicada, etc. Les aconsejo que dejen de darle a cierta sustancia dañina para su materia encefálica que les genera alucinaciones respecto a una persona que se rasca el higo todo el día y se pone las pilas sólo cuando tiene el cagaso de que la hagan percha. Y otro consejo -más bien una petición- a las pocas almas que no siguieron el curso de la vagancia sin retorno visible en que he caído: no lo hagan nunca, son ustedes los encargados de sacarle las papas del horno al resto y saben perfectamente que tienen nuestro absoluto respeto y admiración por desempeñar con tanta eficacia su labor (muchas gracias).

Atte. the lazy dancing queen