El tiempo nunca influye en el sentimiento

jueves, 29 de septiembre de 2011

Con otras palabras, pero en esencia lo mismo

Habían sido pocas horas desde que Agustina le había prestado el libro. "La naranja mecánica" de Anthony Burgess reposaba en sus manos, y Milagros lo contemplaba con bastante cariño. Había algo que le gustaba mucho de esa novela a pesar de no haber leido ninguna de sus líneas.
Camila, un tanto aburrida de observar el ensimismamiento en que había entrado su amiga, se concentró unos momentos en la portada y dijo:
- Ahora que lo pienso, el ojito de la portada es una cosa mecánica, y yo siempre pensé que era la pestaña.
Con una sonrisa burlona, su amiga respondió:
-¿Y qué otra cosa podría haber sido? Felicidades por la brillante deducción.
- Bueeeno eh, no hace falta la acotación.

Y esta era la portada que miraban, sentadas en una banca del colegio, rodeadas del fresco aire de una nueva primavera.


 
  Las palabras fluían con igual rapidez que el viento a su alrededor, una llevó a la otra y así tuvieron una larga conversación. Pero en un momento de silencio, Milagros -quien suele perderse en el caudal de sus propios pensamientos al extremo de no escuchar a nadie, ni siquiera a la persona que estaba al lado y cuya compañia nunca parecía aburrirle- comenzó a reir de una manera tonta, una de esas risas que si la escucharan la mayoría de las personas darían por sentado que esa chica estaba loca. 
Camila, naturalmente, le preguntó qué era gracioso.
- Bueeeeno, siendo sincera, yo tampoco había pensado en lo del ojo -dijo con una troll face.
Con poker face, su amiga respondió:
- Osea que me hiciste sentir una idiota cuando vos tampoco lo habías pensado? Milagros!! -exclamó con esa tonada tan suya.

jajajajaja que manera de hacerme reir xD

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