El tiempo nunca influye en el sentimiento

lunes, 26 de septiembre de 2011

A cada cabo, hay tres leguas de mal quebranto

Se avecina, lo presiento. Noto una leve perturbación en la Fuerza. El señor Tenebroso retornará al poder seguido de sus más allegados. Un ser más malvado que Valentine se cruzará en camino. Probablemente, comeré una manzana envenenada por un bolita resentido o me pincharé con una aguja debido a mis torpes manos. La tierra se fragmentará dando lugar a un infierno rojo, la vida perecerá en el planeta y como si todo esto fuera poco, declararán a Justin Bieber el mejor cantante de la historia. 

¿Y te preguntas qué me pasa?

En palabras más sencillas, falta poco para un ataque depresivo, de esos que nos agarra a todos de vez en cuando. 
Enojo y frustración inexplicables ante todo; el hecho más trivial me saca de quicio con alarmante facilidad. Comienzan las malas tonadas, la gente con gusto te regala su pasaje a le mierdí y las pocas almas comprensivas que no lo hicieron simplemente buscan levantarte el ánimo con lo que sea. La pregunta de qué voy a estudiar se me tira encima junto con otras cuestiones...



...Y lo mejor que puedo hacer ahora es no sucumbir, no dejar que el buen ánimo se marche por la puerta. "Hoy puede ser un gran día", esa alegre canción de Serrat y Sabina tiene que resonar en mi cabeza todas las mañanas. No tengo ningún motivo para ponerme triste, porque tengo todo lo que necesito para ser felíz, y mucho en verdad. Una familia que me brinda desde el primer momento que existí un amor incondicional y sin precedentes; las personas que yo elijo con quién crecer, los hermanos del corazón; el respeto a mí misma, el amarme y cuidarme es fundamental; el mundo, el maravilloso mundo que habitamos con todas sus bellezas.

Vamos Milagros, conserva el buen humor, tú puedes!


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