En un intento por hacer felices a sus hijos, los padres suelen responder que sí -casi en un impulso fugaz- a cualquier petición de ellos, sus adoradas criaturitas. Pero, en algunos casos, se da lugar a una intensa reflexión -que a veces duran segundos nada más- en las que parecen retractarse de sus palabras. Y en ese lapso, ese brevísimo lapso en que pensamos "lo tenemos" y luego vemos cómo se escapa completamente de nuestras manos, se produce una desilución tan pero tan grande, que si pudiera medirse, sólo se prolongaría hasta el infinito y más allá. Obvio, así como la parábola puede ser positiva también puede ser negativa: puede ser el caso de un "No" rotundo que tras unos momentos de pensar -y mucha insistencia de parte de nosotros- termina siendo un "Sí".
Pero no, lamentablemente hoy me tocó el primer caso.
Durante unos 3 o 4 días estuve construyendo la felicidad de ir a verlos luego de un "sí" como respuesta. Y en este día en el que culminó la 'reflexión' acerca del tema, me cambiaron esa tick por una cruz. Claro, era demasiado bueno que me dieran el okey de ir al concierto de Guns n' Roses en el estadio único de La Plata así sin más.
¿Cómo me pincharon el globo? Me hicieron la típica pregunta incómoda de "¿estás segura te gustan tanto?" a la que respondí que sí -no por nada tengo su discografía completa en mi mp3- y luego me recordaron que al resto de la flia sólo le gusta el tema 'Sweet Child of mine' y no conocen otra canción de ellos; después siguió lo económico: facultad, escuela, danza, ingles, karate, viaje a esto y viaje a lo otro, gastos existenciales, etc; todo suma -y mucho; continuó el tema del viaje hasta la plata, y bueno, más cosas que hicieron mi mochila más pesada porque todo esto sólo hizo que pensara "pucha, irnos hasta allá, que no les guste mucho el grupo, ponéle que el concierto no sea bueno....." bla bla bla pensamientos negativos. Quiero decir, si todo coordina para salir mal, va a ser mi culpa. Nada lindo ese sentimiento xD.
Y por otro lado, esta el tremendo anhelo de ir a vivirlo.
Y lo reconozco, la verdad es que no se me puede decir "no". Sí, muy egoísta de mi parte, parece que no quiero entender razones por más lógicas que sean, que me cago en todo, que no veo nada. Tengo que aprender a convivir con el "no", porque a veces las cosas no se dan, y no se dan; y lo mejor -antes de deprimirse- es pensar que no suceden por algo. No sé, quizás si íbamos nos choreaban en el camino, o el concierto terminaba siendo una mierda -aunque lo dudo, o cosas así, cualquier cosa que me ayude (?? Dios sabe más: no es ahora, puede que me espere más adelante. Tendré mi oportunidad.
Axl Rose, uno de mis favoritos. Ni gritos descontrolados con ganas de romper todo -literalmente-, ni lamentos que conmuevan el alma como la apasionante voz de él. Nada me gustaría más que tenerlo en frente gritándome "you are in the jungle baby!"; rompería a llorar de la emoción, así de simple. Hay muchas cosas que no se pueden explicar bien en palabras, y la devoción por un cantante es una de ellas.
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