Quizás el corriente de la gente detallaría en una entrada del blog sobre su experiencia en un viaje de estudio a Misiones...
...Yo no.
Llegamos a las siete de la mañana. Muerta de hambre, desayuné con mis padres y les conté todo con lujo de detalle, radiante de felicidad. Cuando llamó la tía Marga, le conté un resumen del relato a mis padres; cuando llamó mi tío Néstor, resumen del resumen; y seguí aplicando el mismo método con todo aquel que preguntara, de modo que al final, la historia de una semana se vio reducida a un simple "estuvo buenísimo".
Un viaje increíble con amigos!
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